Todos tenemos una idea mas o menos intuitiva de lo que significa pensar críticamente. Lo primero que me vino a la mente fué su caracter revolucionario, circunstancia por la cual ha sido culturalmente estigmatizado en las sociedades teocráticas1 y denostado en la mayoría de organizaciones sociales de nuestras sociedades democráticas; en defensa de su identidad colectiva o de la cultura del grupo dominante.
Podríamos empezar a analizar este concepto de diversas maneras:
- Mediante la técnica de la “tormenta de ideas” – brainstorming – podríamos buscar conexiones de este concepto con otros conceptos.
- Podríamos descomponer el concepto en sus dos palabras constituyentes y analizar su etimología para penetrar es su sustancia.
- Si ponemos el foco en la representación mental del concepto podríamos escribir las palabras – entrecomilladas – en un buscador de imágenes – y analizar las imágenes que localiza.
- Vistar la wikipedia puede ser una buena opción para contextualizar el concepto.
- Visitar algún repositorio documental como Scribd o Issuu puede ser otro comienzo si quieres consultar libros publicados sobre el tema.
1. Este año 2016, se cumple 400 años de la inclusión en el Índice de Libros Prohibidos de la obra de Nicolás Copérnico “De Revolutionibus Orbium Caeslestium”, libro en el que se propone un modelo heliocéntrico en el que el sol – no la Tierra – se sitúa en el centro de nuestro universo.