Por qué la gente cree en las teorías de la conspiración, y cómo conseguir que cambie de opinión
Iba yo sentado en el tren cuando un grupo de hinchas del fútbol entró en tropel. Acababan de salir del partido ‒era evidente que su equipo había ganado‒ y ocuparon los asientos libres que había a mi alrededor. Uno de ellos cogió un periódico que alguien había dejado y empezó a soltar risitas burlonas mientras leía los últimos “hechos alternativos” difundidos por Donald Trump.